martes, 1 de marzo de 2016

Introducción


Canciones Muertas es un proyecto musical creado por Francesc Rodríguez y Gemma Sainz, basado en la poesía y escritos de Patricia Heras.

Descubrimos a Patricia  (La Patri) a raíz de la proyección del documental Ciutat Morta. Quien tenga interés en conocer esta historia puede hacerlo a través del documental y de los blogs http://poetadifunta.blogspot.com.es/ y http://www.desmontaje4f.org/

Tras la emisión del documental en TV3, un periódico publicó un artículo sobre ella en que se extractaban algunos de sus poemas y la sensibilidad que transmitían despertó nuestro interés de forma que tirando de ese hilo conseguimos penetrar en su mundo a través del libro Poeta Muerta editado con una pequeña tirada por Ediciones Capirote.

Al leer sus poemas, nos sentimos seducidos por su personalidad, su talento, su sensibilidad, su capacidad de expresión... Por los hechos del 4-F nos indignamos y nos rebelamos, pero conociéndola a través de sus escritos, de alguna forma nos enamoramos de ella, sentimos la necesidad de ponerles música y eso es lo que hemos hecho: poner música a diecisiete de sus poemas y escritos, de momento...

En todo momento hemos pretendido tratar con el máximo respeto y rigor tanto la obra de Patricia como las circunstancias y cuando empezamos a hacer las primeras canciones, sentimos la necesidad de contactar, para explicárselo, con su gente más próxima. A través del referido documental y del libro Poeta Muerta identificamos a Diana, Silvia y Helen, pero desconocíamos como llegar a ellas, así que nos pusimos a inventar direcciones de correo electrónico a ver si acertábamos, hasta que un día de junio de 2015... recibimos respuesta!!! Nuestro agradecimiento a las tres por su buena acogida.

Patricia fue, para nosotros que solo la conocemos a partir de sus escritos, una fascinante mujer hipersensible que amaba la libertad por encima de todo, que tuvo la mala suerte de encontrarse en el lugar inoportuno en el momento inadecuado y se topó de frente con la cara más tenebrosa de nuestra sociedad bienpensante.

Hemos llamado a estos temas Canciones Muertas, en consonancia con el libro Poeta Muerta, y de alguna manera nos permiten reivindicarnos y denunciar este sistema utilizando la música como un arma revolucionaria cargada de compromiso social, parafraseando a Gabriel Celava, poeta de la posguerra "la poesía es una arma cargada de futuro". Se trata pues, de un homenaje a la figura de Patricia Heras, de manera que musicando sus poesías podamos darle voz para contribuir a que sus palabras no pasen al olvido.

A continuación os dejamos con nuestro.... digamos "manifiesto músico-revolucionario":

- Rechazamos la figura del músico, del artista en general, como un "técnico" dotado de determinadas habilidades que desarrolla y utiliza para la mera creación o reproducción de espacios estéticos o sonoros sin compromiso ético.

- En nuestra opinión el arte debe tener una actitud crítica, rebelde, transgresora, de resistencia y aportar su grano de arena para subvertir la realidad injusta. Un arte no conectado a la realidad de la sociedad en la que vive carece de sentido. La cultura es un garante de la libertad, por lo que nunca debe silenciar ni disimular su compromiso. Como decía Montserrat Roig, la cultura es la opción política más revolucionaria a largo plazo.

- Por otro lado, por encima de la condición de músico, poeta, etc. está la de individuo, que como tal se posiciona y  compromete socialmente, lo que, consciente o inconscientemente, se debería reflejar en su obra de forma más o menos explícita o en la actitud, para cambiar el mundo primero hay que empezar por uno mismo.

- La música es un vehículo que permite llegar a mucha gente, de diferentes sensibilidades, concienciada o no, diversa, cercana, lejana... con la que compartir una emoción, una idea, una denuncia, etc, es en realidad un lenguaje en sí misma, y el músico que tiene el privilegio de tener en sus manos esta capacidad de llegar a otros y a veces incluso influir, tiene también la responsabilidad de utilizarla con sentido y recordarse de vez en cuando a sí mismo "no estoy aquí para entretener"

- La relación entre la música y las revoluciones sociales  es una constante en la historia de la humanidad, juglares y trovadores de la Edad Media, gente como, Woody Guthrie, quien en plena ofensiva fascista en los años 40 escribió en su guitarra "This Machine Kills Fascists" (esta máquina mata fascistas) y que fue referente de gente como Dylan, Billy Bragg, la voz de la working class británica, Joe Strummer de The Clash, etc. ¿Quién puede imaginar la revolución de los claveles en Portugal sin la contraseña de la canción de José Afonso Grândola, vila morena o el Chile de Allende sin las canciones de Víctor Jara, torturado y ejecutado por las hordas de Pinochet precisamente por su denuncia de la injusticia y la opresión?. O en este país, la labor de resisténcia de tantos cantautores en la dictadura o posteriormente de grupos como La Polla Records, Barricada, Cicatriz, Kortatu, Extremoduro...

- A diferencia de otros, la música no es un arte elitista reservado a gente especialmente dotada, cualquiera con un poco de sensibilidad y el instrumento más rudimentario que pueda imaginarse puede utilizarla para expresar y transmitir su lamento o cualquier otra emoción o mensaje, lo que la convierte en peligrosa para el poder y ratifica su potencia como vía de difusión del pensamiento.

- Para acabar y sintetizar, dos razones tenemos para querer utilizar la música como herramienta revolucionaria:

1- Porque nos sale del corazón.

2- Porque nos sale de los huevos y los ovarios.


Francesc y Gemma.